Casa Puebla se basa en un concepto de «vida hacia adentro». Su remate visual y motivo recurrente es el volcán Popocatépetl, uno de los íconos naturales más importantes del centro de México. Las paletas de colores y materiales buscan mimetizar la residencia con su contexto a manera de homenaje al volcán.

El volumen se percibe como una contradicción visual, pues se superpuso el bloque más pesado sobre el más ligero, con un volumen cerrado de concreto sobre uno de vidrio, lo que crea una dinámica visual contrastante.

Al acercarse a la vivienda, se puede percibir un exterior ciego y privado, con un carácter sólido que impide la vista hacia el interior; sin embargo, al entrar, se vive un espacio fluido y contínuo, el cual se abre hacia el paisaje y diluye los límites entre el exterior y el interior.

En el acceso, un volumen a doble altura se convierte en el elemento distribuidor vertical y horizontal del proyecto. Aquí, la escalera se convierte en uno de los detalles principales de diseño gracias a su estructura de concreto y huellas flotadas de madera.

En la planta baja definimos las áreas sociales y de servicio. La distribución unifica la sala y el comedor y mantiene su comunicación directa con la cocina para ofrecer una experiencia de habitar integral y transparente. En el área social diseñamos amplias puertas corredizas de cristal que unen el interior con el exterior y crecen el espacio, lo que fomenta la interacción familiar y lo vuele un espacio ideal para reuniones sociales. 

Como parte del conjunto, en la planta alta se extendieron volados como recurso de protección solar con la intención de resguardar el área social.

En la planta alta se ubicaron las áreas privadas, como la sala familiar y las recámaras. Asimismo, definimos una doble piel de madera como solución para la protección solar en las habitaciones. Como parte del conjunto, en la planta alta extendimos volados como recurso de protección solar con la intención de resguardar las áreas sociales.