El plan maestro se localiza en San José, Costa Rica. El conjunto de predios tiene un área superior a las 500 ha y tiene una planeación de desarrollo en fases. El plan maestro conceptual considera en la primera fase, 200 ha de desarrollo y una zona marítima (Patrimonio Natural del Estado) de aproximadamente 22 ha con playa de 800 m de longitud. El desarrollo del proyecto integra componentes de hotel, branded residences y viviendas residenciales y departamentales. El proyecto cuenta con aproximadamente 150 llaves de hotel (30 son bajo el concepto de glamping en la Zona Marítimo Terrestre y 120 llaves en la zona privada) y 300 unidades residenciales horizontales y verticales. El conjunto va dirigido a un segmento de mercado exclusivo para el área residencial y de hotelería. El origen de la propuesta yace en la idea de hacer énfasis en que el ser humano siempre ha buscado el contacto con la naturaleza como fuente de bienestar y balance en su desarrollo personal.
La propuesta explora varios temas de manera profunda: los límites entre el confort provisto por el espacio construido y la cercanía con la naturaleza; el proceso de la construcción de la arquitectura y el respeto por el sitio en su estado natural; la expresión de la forma arquitectónica como identidad cultural; y la intención de lograr una conexión universal con los usuarios que lleguen a ella indistintamente de su origen. Sin duda, los puntos de partida giraron alrededor de tomar estos valores que se establecieron como fundamentales para el proyecto y poder materializarlos mediante materiales, formas y métodos constructivos que dieran lugar a una solución específica de diseño arquitectónico. El acceso principal se plantea como una rotonda elíptica en planta con el árbol de matapalo al centro en una posición protagonista. Se puede hablar de intervenir la calle existente para rodear el árbol original o también sembrar un nuevo ejemplar que crezca en sintonía con el desarrollo del plan maestro de manera integral.
La intención arquitectónica es dotar de un espacio contemplativo desde el punto del acceso al conjunto para fomentar en el usuario un estado de admiración y contemplación por la naturaleza del sitio. La curvatura de los muros y su materialidad buscan evocar las formas y colores de los jarrones elaborados por la cultura de la región de Nicoya, misma zona donde se encuentra emplazada la propuesta.
Asimismo, la cubierta con columnas, que mediante un gesto sutil pero contunde parecen brotar del suelo a manera de árboles, sostienen el pórtico de control y entrada al desarrollo. Estas mismas columnas se convierten en un motivo arquitectónico recurrentes e icónico con diferentes aplicaciones durante el desarrollo de la propuesta integral. La propuesta plantea el uso de tres materiales principales: muros de tierra compactada, madera estructural y vidrio. Adicionalmente, se considera materiales complementarios para la elaboración de los detalles constructivos.
Dentro del proyecto se utilizaron muros de tierra compactada. Vale la pena destacar que todos los muros de la propuesta desde el espacio contemplativo en el acceso hasta los divisorios del beach club están propuestos siguiendo la metodología constructiva de tierra compactada (rammed earth construction), técnica ya comprobada en diferentes regiones que imprimen un fuerte carácter natural, junto con una textura y color únicos a los espacios arquitectónicos, además de brindar una fuerte conexión con su entorno natural inmediato. La idea es evocar de la manera más directa posible la experiencia auténtica de estar en contacto con la naturaleza en cada momento que se vive dentro del conjunto.
De la misma manera, se utilizó la madera estructural como elemento constructivo. Todos los edificios se encuentran solucionados mediante una estructura completamente de madera, tanto en sus columnas, pisos y cubiertas. También, una serie de marcos consecutivos da lugar a los pabellones que acogen el programa arquitectónico solicitado. El uso de la madera también se puede apreciar en las aplicaciones de los pasillos, plataformas, decks y puentes que conectan las diferentes partes del conjunto. Finalmente, el vidrio se concibe como el único material delimitante que hermetiza los espacios que requieren estar más aislados del ambiente exterior.
Todos los requerimientos del programa se solucionan en pabellones que se levantan del suelo y hacen contacto con el terreno únicamente mediante columnas de madera para los decks y puentes que sirven de circulaciones elevadas como las que se proponen en las diferentes etapas del plan maestro. Siguiendo con la idea anterior, se proponen las estructuras icónicas usadas en el pórtico de acceso a manera de ramas de árboles que las sostienen, imprimiendo una identidad identificable a través del desarrollo que vincula lo construido con el contexto natural.
La idea era respetar el sitio tal cual se encuentra en la actualidad, minimizando el punto de contacto de la arquitectura con el suelo permitiendo que las especies animales y vegetales se vieran lo menos afectadas posible. El concepto de diseño se conjuga mediante tres premisas que dan como resultado una propuesta a la que se le denomina Terra, debido a la construcción ideológica predominante en diferentes culturas a través de la historia donde se consideraba que el ser humano se materializaba por medio de arcilla y se conectaba con la tierra. Se considera firmemente que la propuesta representa los valores de la cultura local, la naturaleza de la región e ideales del desarrollo que brindará a sus futuros habitantes de un espacio para tener una experiencia comunitaria en armonía con el entorno y la sociedad que decida sembrar aquí sus raíces.