Todo comenzó cuando la empresa FEMSA nos comisionó para realizar una auditoría del espacio existente de sus oficinas ubicadas en el centro de Monterrey en una zona conflictiva y con una gran diversidad de usos de suelo.

De las primeras estrategias que se llevaron a cabo fue la adquisición de un predio en la zona oeste del conjunto que contaba con una gran extensión de terreno y un edificio abandonado de cuatro pisos. En primer lugar, se adquirió el inmueble para aliviar la problemática del estacionamiento y en segundo para poder expandir sus instalaciones.

En el predio existía un edificio de mediados de siglo, el cual en su interior tenía en su mayoría de concreto aparente como acabado con una retícula de columnas bastante densa que complicaba mucho el aprovechamiento del espacio. En el exterior, se contaba con una fachada de ladrillo muy característico de los edificios industriales de esa época.

La construcción se localiza en el lado sur del predio, a escasos 5 metros de distancia de las vías del ferrocarril, esta característica representó un gran reto a solucionar: disminuir lo más posible el grave sonido del tren y las fuertes vibraciones que produce, evitando que lleguen al interior.

Se llegó a la conclusión de utilizar una piel de vidrio suspendida a 80 cm de distancia de la fachada original y ventanas dobles con lana mineral en los marcos para controlar al máximo el problema acústico.

Se propuso comenzar una renovación desde el interior hacia el exterior, mejorando el aspecto de los edificios, de los espacios entre estos, de la imagen que los empleados tenían del complejo, de la imagen proyectada hacia el exterior, mejorando el entorno urbano.

En este proyecto se consiguió integrar la solución técnica de la problemática acústica y térmica con el diseño arquitectónico logrando rescatar el espíritu e imagen del edificio original.

En el interior del edificio se renovó de la misma manera que en el exterior, preservando el ambiente industrial que la estructura expresaba. Por lo tanto, se propusieron pocas divisiones en el interior recubiertas de madera en un color neutro que no contrastara con la estructura de concreto aparente del edificio. Los nuevos espacios agregados son: una escalera de emergencia al este y el núcleo de servicios al oeste que consta de baños de hombres y mujeres, elevadores, bodegas, cuarto de máquinas y escaleras de emergencia. Las instalaciones en general fueron cuidadosamente ubicadas para crear orden visual.